sábado, 9 de noviembre de 2013

A veces me imagino noche fresca de verano. Inesperada, sigilosa, que pasa inadvertida mientras duermes, sin embargo tu cuerpo nota mi presencia, en el escalofrío de tu piel y los movimientos de tus labios.

Otras veces como una tormenta tumultuosa que ruega por tu atención, intentando mantener una presencia indiferente. Pero ahí estoy, tocando a tu ventana y acariciando tu cabello al asomarte.

Siendo yo contigo me convierto en todo.

No hay comentarios: