jueves, 30 de septiembre de 2010

En Cámara Lenta



En cámara lenta veo tus movimientos, cada paso que te acerca a mí es el mismo que me acerca al arrobamiento total.

Lento. Es verte en medio de la oscuridad.

Zafarnos del hastío de la sociedad; zafarnos para amarrarnos; amarrarnos para zafarnos. El ciclo perfecto.

Sólo para perdernos en un sueño, sueño que no necesita interpretación.

lunes, 27 de septiembre de 2010

Acechando/Enamorando


Manejaré por tu rumbo.  Me esconderé entre autos viejos que sirvan de camuflaje. 
Aguantaré la respiración si pasas cerca de mí, incluso esconderé mi rostro entre alguna revista o un periódico que tenga a la mano, para que no notes mi presencia. 
Miraré hacia tu ventana con curiosa insistencia, quizá te asomes y voltees hacia mí, pero no me verás porque será de noche y todo estará oscuro.
Te seguiré algunos metros atrás, llevaré tu ritmo y pisaré tus pasos. 
Veré tus reacciones cuando encuentres mis rosas en tu puerta, con una tarjeta que sé que te intriga. Aunque expreses enojo y conmoción, sé que te gusta, te atrae la idea de un amor escondido.
Seguiré llamando a tu celular en distintas horas del día, sé que lo has cambiado recurrentemente y cada vez me cuesta más trabajo encontrar el nuevo número... pero lo consigo y te marco, sólo para escuchar tu voz de noche, tu voz de día, tu voz modorra, tu voz exasperada que insiste en querer saber quién está de éste lado de la línea, pero sinceramente no quieres saberlo ¿dónde quedaría la emoción después? Bien sabes que no interrumpo tus labores, sé cuando tienes ocupaciones y no puedo llamar, sólo en tus ratos libres, porque ya me aprendí tu agenda, tus deberes, tus citas y hasta cuando es hora de visitar a tu mamá. 
Incluso he aprendido, sin hablar a profundidad contigo, cuáles son tus gestos principales, tus muletillas al hablar, tus hobbys, la voz que usas para imitar a alguien más, tus distintos tipos de risas; puedo reconocer cuando ya no aguantarás más el llanto y lo explotas, lo reconozco antes que cualquier otra persona. Sé de ti más cosas de las que piensas, sé que eso te atrae, no puedes ocultarme nada, incluso has llegado a pensar si he leído tu diario, pero desde hace 7 meses no has escrito nada en él.
Seguiré revisando cómo reaccionas a mis cartas, cuando te das cuenta que alguien sabe de ti cosas que creíste que nadie jamás sabría, porque no las entenderían, yo las entiendo.
He visto que le comentas a tus amistades sobre esto, sobre mí sin saber mi nombre. Incluso has llorado ¿será que me quieres conocer? Me alegra saber que provoco esto en ti. Es buena recompensa ver el interés que me das. A esto yo le llamo amor y no cualquiera, amor del bueno.
Por esto es que seguiré insistiendo. Seguiré llamando y siguiendo tus pasos, porque quieres que lo haga, porque así no sientes la asfixiante soledad, yo haciéndolo dejé de sentirla y heme aquí. Sabes que no sólo es el viento el que hace ruidos en calles abandonadas, hay algo más, yo.
Seguiré conociéndote porque aún sé que tienes muchos secretos. Te veré cada anochecer, cada que llegues a tu casa porque llegamos al mismo tiempo.
Si piensas que te acecho, piensa dos veces porque el acompañamiento que te doy le da sentido a tu vida.

sábado, 18 de septiembre de 2010


Como para encontrarle tres pies al gato.
Decir que estoy en éxtasis ¿parece exagerado? 


Soy descriptiva, pero hoy no puedo decir más. SUBLIME

jueves, 16 de septiembre de 2010

Teje y miro, Miro y teje






Una pequeña araña teje en una esquina de mi cuarto. 

Dedicada, concentrada, teje y teje en una esquina oscura. 
Se percata que la miro y se paraliza, finjo que me volteo y ella teje y teje.
La araña es dedicada y termina su obra.



Termina su obra, yo no siento el tiempo. 
La telaraña ya lleva meses en la misma esquina de mi cuarto. 
Yo sigo mirando, pero ya no está la araña. 
La telaraña lleva meses y ya no es blanca, ahora tiene un tono grisáceo.



Yo sigo mirando, pero ahora todo lo veo grisáceo.
Otra pequeña araña comienza en otra esquina de mi cuarto. Teje y teje.
Me da comezón el tono grisáceo de mi cuarto, pero yo sólo sigo mirando.

miércoles, 15 de septiembre de 2010

Espera
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Cerveza media vacía
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On the way
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Cloudy sight
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Vida y muerte



Me llegó de improvisto tu aroma. 
Excepcional.

lunes, 13 de septiembre de 2010

Desde que estás


Las madrugadas saben distinto desde que estás a mi lado. Cuando me es imposible dormir imagino de nuevo tu tacto, cada roce que han tenido tu piel y mi piel, los primeros accidentales, los siguientes ni qué decir. 

Imagino la unión de nuestros labios; perfecta, cálida, sincronizada. Se forma una sinfonía de sensaciones indescriptibles, irrepetibles e iridiscente. La conformamos tú y yo, nuestras miradas y nuestros ojos cerrados, los movimientos de nuestras manos y la estadía de nuestros cuerpos unidos; melodiosas combinaciones en silencio. Sólo se escucha nuestra respiración, sólo un eco apacible de nuestros pensamientos y, más allá, un palpitar que acompaña al segundo corazón. 

Y me deleito con tu silueta que poco a poco se desvanece en el fondo de la habitación, en esta semioscuridad de complejos deseos y tiempo limitado. Lentamente te acercas y mi pulso se acelera, proporcionalmente; tu rostro se ruboriza cuando mis manos comienzan a descubrir lo exclusivo y ciertos espasmos indican que voy por buen camino.

Son tus palabras las que hacen eco en los momentos de soledad. Sonrío, pero quisiera que estuvieras para verme hacerlo. Es por ti, créelo. Es por tu recuerdo, es por las sensaciones que me dejaste guardadas para estos casos de ausencia

Sensaciones de tu espalda, suave y perfecta, cada relieve, cada curvatura. La sensación de tu aliento; cálido y ferviente. La sensación de tu lengua que recorre mi cuello, que se apodera de mis deseos y se infiltra por mis ensoñaciones. Tus brazos que me amarran a tu calor, a tu sudor y a la tarde, las horas que vivimos mientras todo afuera muere. La sensación de tus pestañas cuando besas mis mejillas.
Cada madrugada me sabe distinta ahora que estoy contigo, aunque no estés aquí. Porque cada pensamiento es tan vívido que  mi cuerpo lo reproduce una y otra vez, con la luz apagada, con los ojos cerrados y con las sensaciones explotando a flor de piel.

Te amo. Ya son diez.

domingo, 5 de septiembre de 2010

Palabras más, palabras menos.



Es como una tortuga morada en paracaídas. 


Cae lento y nadie sabe por qué lo hace.

miércoles, 1 de septiembre de 2010


Miré a la del espejo. 
Soltó una carcajada.
Yo no gesticulé, miré.

¡Qué simpática! 
Creyó que de nuevo me lastimaría.