lunes, 27 de septiembre de 2010

Acechando/Enamorando


Manejaré por tu rumbo.  Me esconderé entre autos viejos que sirvan de camuflaje. 
Aguantaré la respiración si pasas cerca de mí, incluso esconderé mi rostro entre alguna revista o un periódico que tenga a la mano, para que no notes mi presencia. 
Miraré hacia tu ventana con curiosa insistencia, quizá te asomes y voltees hacia mí, pero no me verás porque será de noche y todo estará oscuro.
Te seguiré algunos metros atrás, llevaré tu ritmo y pisaré tus pasos. 
Veré tus reacciones cuando encuentres mis rosas en tu puerta, con una tarjeta que sé que te intriga. Aunque expreses enojo y conmoción, sé que te gusta, te atrae la idea de un amor escondido.
Seguiré llamando a tu celular en distintas horas del día, sé que lo has cambiado recurrentemente y cada vez me cuesta más trabajo encontrar el nuevo número... pero lo consigo y te marco, sólo para escuchar tu voz de noche, tu voz de día, tu voz modorra, tu voz exasperada que insiste en querer saber quién está de éste lado de la línea, pero sinceramente no quieres saberlo ¿dónde quedaría la emoción después? Bien sabes que no interrumpo tus labores, sé cuando tienes ocupaciones y no puedo llamar, sólo en tus ratos libres, porque ya me aprendí tu agenda, tus deberes, tus citas y hasta cuando es hora de visitar a tu mamá. 
Incluso he aprendido, sin hablar a profundidad contigo, cuáles son tus gestos principales, tus muletillas al hablar, tus hobbys, la voz que usas para imitar a alguien más, tus distintos tipos de risas; puedo reconocer cuando ya no aguantarás más el llanto y lo explotas, lo reconozco antes que cualquier otra persona. Sé de ti más cosas de las que piensas, sé que eso te atrae, no puedes ocultarme nada, incluso has llegado a pensar si he leído tu diario, pero desde hace 7 meses no has escrito nada en él.
Seguiré revisando cómo reaccionas a mis cartas, cuando te das cuenta que alguien sabe de ti cosas que creíste que nadie jamás sabría, porque no las entenderían, yo las entiendo.
He visto que le comentas a tus amistades sobre esto, sobre mí sin saber mi nombre. Incluso has llorado ¿será que me quieres conocer? Me alegra saber que provoco esto en ti. Es buena recompensa ver el interés que me das. A esto yo le llamo amor y no cualquiera, amor del bueno.
Por esto es que seguiré insistiendo. Seguiré llamando y siguiendo tus pasos, porque quieres que lo haga, porque así no sientes la asfixiante soledad, yo haciéndolo dejé de sentirla y heme aquí. Sabes que no sólo es el viento el que hace ruidos en calles abandonadas, hay algo más, yo.
Seguiré conociéndote porque aún sé que tienes muchos secretos. Te veré cada anochecer, cada que llegues a tu casa porque llegamos al mismo tiempo.
Si piensas que te acecho, piensa dos veces porque el acompañamiento que te doy le da sentido a tu vida.

No hay comentarios: