domingo, 31 de diciembre de 2017

Definitivamente no fue un buen año. No es el primero y temo que no será el último.
Los golpes de la realidad se han vuelto contundentes.
Deseo que si lees, tú vida este llena de alegrías y que tus días se envuelvan en pensamientos agradables.
Si te vuelvo a ver, te prometo que te abrazaré, en ese abrazo intentaría transmitirte cada pensamiento sobre ti que al día aparecen -en demasía.
Gracias por enseñarme que la vida puede ser bella. 

viernes, 22 de diciembre de 2017

No te molestes, por favor. Sabes que no puedo darte algo ahí.
Claro que es tuyo, todo. Pero no puedo entregarlo junto a ella, con su cabeza en tu hombro.

Quería verte y me emocioné. No pude cuando me esperabas. Hoy sin haberlo planeado fui, porque me dijiste que estarías ahí ¿es muy tonto que dos segundos de verte me calmen?
 Sigo deseándote lo mejor, aunque es difícil imaginar qué es eso.

Dos segundos... 

lunes, 4 de diciembre de 2017

¿Sabes? Uno de esos deseos que quedaron pendientes era pasar tu día especial... en tu intimidad... Alicia y palomitas. Todo el día, siendo parte de eso que sólo es tuyo.

Ahora no tiene puntos suspensivos. En la oportunidad que tuve lo arruiné por querer darte algo distinto.

Me es frustrante ver lunas como la de ayer y no poderte decir que ahí te vi, en su blancura y esplendor, que quería verla a tu lado aún sabiendo que tú elegirías a alguien más. Es frustrante extrañarte a este nivel. 

miércoles, 22 de noviembre de 2017

Lucha nocturna.

He olvidado qué es acostarse y sólo dormir. 

Aunque gran tiempo lo lograba olvídándome de mí con bebida, he dejado eso. Decidí afrontar lo que me atemorizaba y en ello estoy. 

Mis ojeras son prueba de esta lucha en un imaginario. Es una pelea solitaria, contra un enemigo inexistente y, aunque duela decirlo, voy perdiendo atrozmente. 

No logro sacar de mi mente esa oleada de recuerdos que llegan, aunque intento disuadirla distrayendo el pensamiento, alguno de esos recuerdos llega con más fuerza que todos los anteriores y me derrumba y me abofetea y me pone a sus pies hasta que le viva de nueva cuenta. Con lágrimas debo aceptar mi debilidad. 

Me digo que cambié, que he evolucionado. El autoengaño es realmente gratificante, hasta que se debilita.

Me enfoco en una fortaleza: Este enemigo es también el que podría salvarme... si tan sólo pudiera aliarme a él.
¿Qué ha sido de ti?

Quisiera ... 
Pero debo. 
Hago. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

No importa cuantas veces busque respuesta. Solo el silencio está.

Tantas preguntas que siguen disparándose y no llegan a ningún lado.

¿Cómo puedo enfrentar mi temor si es abstracto?  Estoy en el y no sé como disiparlo.  Soy olvido, no hay odio, no hay nada. Soy ese mal sabor de boca por el que se hace una mueca al recordar,  si acaso llegaras a escuchar mi nombre.
¿Cómo llegué a eso? ¿Por qué no puedo olvidarte? 

lunes, 13 de noviembre de 2017

Hoy sería. 
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería. 

domingo, 12 de noviembre de 2017

Feliz día. 
Te extraño.  Siempre.

domingo, 29 de octubre de 2017

Lo sabes, no soy alguien que tome decisiones intempestivas -excepto aquellas que derrumbaron lo construido.

Me conoces, aunque ahora no sepamos quiénes somos. Sabes que lo poco que he determinado sigue y por ello escribir esto no me causa conflicto, no titubeo.

Voy a amarte, así de lejos; como se ama un concepto, un amor abstracto que no se puede tocar o ver. Porque es algo tan arraigado que ninguno de los sentidos se podría aproximar a entender. 

Voy a amarte sin tiempo... y es que, voy entendiendo, el tiempo no merma lo esencial. He podido ver que dejó de ser lineal, vivo aquí sola, vivo allá contigo. Me diste 6 años que quedarán para la vida entera ¿Cómo podría pagarte una vida?

¿Es una determinación autodestructiva? 

Me conoces,  soy autodestructiva, pero idealista. Apuesto a la felicidad, la mía fue... la tuya aún puedes alcanzarla.

Voy a amarte, porque no se puede conocer a alguien tan mágico y solo olvidarle. Pero no te agobies, te amaré sin enterarte.   

sábado, 21 de octubre de 2017

Sé que decir que te extraño es aventar rosas a un río helado, se convierten en algo duro que cae en lo oscuro, en el olvido.

Sé que esa oscuridad te costó mucho. Sanarte te llevó tiempo y lo que hago sólo parecen flechas que intentan destruir tu fortaleza. Quizá lo sea. Quizá intento romper esa barrera -el egoísmo que siempre me caracterizó.

Sé que de nada sirve. Estas letras van al vacío,  estas líneas se esfuman en un espacio en el que no estás.  Aún así van cargadas de esperanza... ilusión, que alguna vez -perdida- las encuentres y te des cuenta que eres tan mágica para alguien (probablemente indeseable)  que no puede dejar de pensar en ti, aunque no en la que eres actualmente. No te conozco ya, pero vivo en un sueño en donde pueda reconocerte, puedas ver en mí algo de lo poco que tengo positivo. Quizá quieras hablar.

Lo más seguro es que sería mejor guardar todo esto, lo he intentando ¿Has vertido líquido en un recipiente roto? 

jueves, 19 de octubre de 2017

¿Qué es de ti?
He logrado no lastimarte acercándome, pero me carcome la intriga.

No siempre puedo con esa promesa... y a veces creo que no recuerdas.

Por favor dime que ha servido,  que eres feliz. 

jueves, 5 de octubre de 2017

De nuevo, como cada octubre, como cada oportunidad... la luna es tuya.

La veo y te veo, nos veo en aquellos momentos cuando podía decírtelo en persona. 

Es tuya porque la haces vivir ¿aún te llega todo lo que te digo? 

martes, 3 de octubre de 2017

Comienzo a valorar esta libertad, su encanto toma forma y me agrada. Sigues ahí, sí, recurrente en mi pensamiento, sin embargo cada vez te recuerdo con mayor alegría y acepto que amarte en la distancia me hace bien...
Extrañarte se ha convertido en una costumbre, aunque cada día parezca una sensación nueva. Ahora le sonrío a tu recuerdo, al dormir abrazo la almohada que ya no está húmeda.
Sigo deseándote los buenos días y al dormir las buenas noches.
Estar en la nada ya no es tan vacío. 

lunes, 11 de septiembre de 2017

¿Aceptarías un café, quizá? 
Verte... solo dos segundos, nuestros ojos se encontraron, momento fugaz, contexto incómodo.
Verte y entender que has levantado el vuelo; que estás bien; que eres feliz.
Ver todo esto en una expresión genuina me hace entender, vas bien. Y yo, feliz por ti.
Sé feliz. 

domingo, 27 de agosto de 2017

Pudiendo ver, sin lograrlo.

Me muevo lento, como alguien acostumbrado a la luz que de noche pierde la electricidad en una casa nueva. Estiro mis brazos esperando no golpear o tirar algo -será que ya he roto tanto.

Mi forma de caminar es inestable, mis piernas se tambalean y se sienten sin fuerzas -será que he dado tantos pasos equivocados.

Abro los ojos lo más que puedo, quisiera enfocar cualquier cosa, cualquier punto que me sirva de referencia; es imposible cuando no hay nada para ver -será que estuve ciega tanto tiempo.

No quiero rendirme. No caigo, pero retrocedo un poco. Necesito tomar fuerzas, respirar hondo y comprender esta nueva realidad. Me recargo en la pared para apoyarme,  mínimo para que este golpeteo absurdo del pecho se calme.

Espero que esta noche termine.

miércoles, 9 de agosto de 2017

Esperar años esa película y saber y que la veré sola.
Quiero encontrarle el encanto,  pero por más que intento no puedo.


martes, 1 de agosto de 2017

Anoche soñé contigo.
Fue un sueño corto.
Estabas ahí, me mirabas y tenías interés.
Hubo un beso, quizá. No recuerdo bien.
Pero estabas tú y tenías interés.
Soñé y estabas.
Desperté feliz.
Todavía puedo ser feliz. 

viernes, 14 de julio de 2017

Eres... siempre has sido.
Viniste quizá muy temprano, actuando como huracán que transformó todo, que derrumbó esquemas, pero no patrones y esos volvieron a construir mis desperfectos.
He entendido tanto, en tu ausencia he descubierto bajo los escombros tantos tesoros que había y ahora son tumbas.
De nada sirve ahora, la reflexión sólo ayuda a revivir los remordimientos. Lo único rescatable de esta tragicomedia es comprender que si ahora eres feliz entonces todo va bien, lo digo en serio; es tranquilizante verte bien, plena. Como no te vi a mi lado al final,  como no supe ayudar que estuvieras.
Después de ti seguí cometiendo errores que ahora me han hecho ver... no hay clavos, no hay más;  una vez amé y fue plenitud. Tengo eso, así seguiré:  sin paleativos,  ni curas efímeras, contigo en mente y aquellos años. No es amargura, no es conformismo, es entender que al haber sido felicidad cumplí con algo que ya no necesito llenar.
Gracias por tanto, gracias por todo.
Sé feliz. Yo lo seré con los recuerdos. 

lunes, 26 de junio de 2017

¿Sigues? 

jueves, 22 de junio de 2017

Extraño el centro.
Ese punto donde parecía que algo podría estar bien. No todo, pero algo. 

miércoles, 31 de mayo de 2017

Oh no, honey, what were yo thinkin


Es extraño no saber que sentir cuando eres
 -o quizá no- el recuerdo vergonzoso de hace 5 años.

sábado, 15 de abril de 2017

Y si lo lees... que sepas que mis mejores deseos los mando pronunciando tu nombre, aún inaudible. Siendo feliz al ver que te va bien.

viernes, 31 de marzo de 2017

Esa duda ...
¿Te parecere una persona grata?  Alguien con quien te es agradable y deseable estar ¿o me verás como alguien a quien aguantar de repente, si se dan las cosas? 

jueves, 23 de marzo de 2017

No es un sueño

De repente estaba ahí en ese terreno seco y agrietado. Todo alrededor opaco, quisiera ver algo con vida.

Mis pasos cada vez son más difíciles, uno a uno se torna más pesado y doloroso.
Siento que no avanzo,  por el contrario cada vez que intento moverme percibo como a mis pies algo se derrumba, como si donde piso se resquebrajara. Me da miedo voltear, esta parálisis es asfixiante.

Miro hacia abajo y el suelo sigue igual, con grietas y desniveles; veo con horror que son mis pies de los que queda poco. Intento más pasos,  pero se siguen desmoronando, todo es tan seco que sale polvo de mis piernas, duele pero no parece haber terminaciones nerviosas, sólo tierra; cada vez hay menos de mí.  Continúo, debo llegar... aún no sé a dónde, pero aquí no hay vida.

Quedan sólo dos tiras  bajo mi cadera y puedo sentir cómo se rompen.

Sólo me queda arrastrarme, aunque eso significa ir dejando pedazos de mí cada que me muevo. Quema y raspa.

Un centímetro, quizá 5; poco a poco me deshago y no avanzo más. Mi cabeza es lo último que queda, pegada al suelo, uniéndose a él.  Con los ojos ardiendo por el calor y la tierra que se le meten. Poco a poco la piel de las mejillas se cuartea y va cayendo, esas pequeñas oleadas de tierra me dejan ciega al fin, la lengua cae. Desaparezco.

En la nada,  aún me pregunto si puedo despertar. No es un sueño. 

miércoles, 8 de febrero de 2017


jueves, 26 de enero de 2017

Implosión

Tengo que dejarme ir de alguna manera, la primera es ésta... escribiendo sin revisar, dejando que los pensamientos se conviertan en movimientos en mis dedos y se consoliden en el teclado.

Tengo que dejarme ir porque ya no entiendo qué está pasando, cada vez me pierdo más: son más noches sin dormir, más días cansados y más ojeras y arrugas. No entiendo qué pasa, dónde es que todo mi mundo se volcó. Fueron meses, sólo meses de plenitud y claridad, meses con basura bajo la alfombra que me dejaban vivir en paz y -¿debería decirlo?- felicidad.

De ellos ya no veo siquiera la sombra, se han quedado en otro año; no éste, ni siquiera el pasado. Desde ahí he dejado de ser yo, he intentado de muchas formas reinventarme, reencontrarme o darle sentido al nuevo cascarón que sigue habitando. Sin embargo, no dejo de aceptar una nueva realidad; me he convertido en una observadora, una crítica de lo único que someramente puedo intentar entender, de mí misma. Público pasivo de una vida infausta.

Me doy cuenta que mis errores parecían tener sentido, uno de ellos es ser un puente, dicha cualidad observada con anterioridad era inofensiva pues las personas que se iban de mi camino no me eran trascendentes, pero en este punto donde personas importantes e irreemplazables para mí se unen entre sí y se alejan comienza a cobrarme factura. Extraña observación que se complementa con la bofetada de la realidad, yo soy completa y absolutamente desechable.

Me percato también que estoy en decadencia existencial, viéndome implosionar y sin poder evitarlo, cuestionando si en algún punto alguien puede tener la certeza de que ha tocado realmente el fondo o sigue escarbando.

En silencio, reprimiendo la voz.