viernes, 22 de diciembre de 2017

No te molestes, por favor. Sabes que no puedo darte algo ahí.
Claro que es tuyo, todo. Pero no puedo entregarlo junto a ella, con su cabeza en tu hombro.

Quería verte y me emocioné. No pude cuando me esperabas. Hoy sin haberlo planeado fui, porque me dijiste que estarías ahí ¿es muy tonto que dos segundos de verte me calmen?
 Sigo deseándote lo mejor, aunque es difícil imaginar qué es eso.

Dos segundos... 

No hay comentarios: