miércoles, 22 de noviembre de 2017

Lucha nocturna.

He olvidado qué es acostarse y sólo dormir. 

Aunque gran tiempo lo lograba olvídándome de mí con bebida, he dejado eso. Decidí afrontar lo que me atemorizaba y en ello estoy. 

Mis ojeras son prueba de esta lucha en un imaginario. Es una pelea solitaria, contra un enemigo inexistente y, aunque duela decirlo, voy perdiendo atrozmente. 

No logro sacar de mi mente esa oleada de recuerdos que llegan, aunque intento disuadirla distrayendo el pensamiento, alguno de esos recuerdos llega con más fuerza que todos los anteriores y me derrumba y me abofetea y me pone a sus pies hasta que le viva de nueva cuenta. Con lágrimas debo aceptar mi debilidad. 

Me digo que cambié, que he evolucionado. El autoengaño es realmente gratificante, hasta que se debilita.

Me enfoco en una fortaleza: Este enemigo es también el que podría salvarme... si tan sólo pudiera aliarme a él.
¿Qué ha sido de ti?

Quisiera ... 
Pero debo. 
Hago. 

jueves, 16 de noviembre de 2017

No importa cuantas veces busque respuesta. Solo el silencio está.

Tantas preguntas que siguen disparándose y no llegan a ningún lado.

¿Cómo puedo enfrentar mi temor si es abstracto?  Estoy en el y no sé como disiparlo.  Soy olvido, no hay odio, no hay nada. Soy ese mal sabor de boca por el que se hace una mueca al recordar,  si acaso llegaras a escuchar mi nombre.
¿Cómo llegué a eso? ¿Por qué no puedo olvidarte? 

lunes, 13 de noviembre de 2017

Hoy sería. 
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería.
Sería. 

domingo, 12 de noviembre de 2017

Feliz día. 
Te extraño.  Siempre.