Sigue siendo extraño, no lo niego.
Quererte sin hablarte, tocarte a kilómetros de distancia y pensarte cada día con la conciencia de no estar en tu mente.
Es extraño. Es vacío. Es inevitable.
Quererte sin hablarte, tocarte a kilómetros de distancia y pensarte cada día con la conciencia de no estar en tu mente.
Es extraño. Es vacío. Es inevitable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario