
Hoy sentí que tu recuerdo mordía mis ganas.
Me gritaba con un pésimo aliento pidiendo dejar de existir y yo no podía soltarlo; lo amarré a mis labios repitiendo incesante tu nombre, cerrando los ojos y disfrutando del ardor puro de tu ausencia.
Tu vacío comienza a lucir bien sin ti, pero con tu imagen.
Fotografía: Rachel E. Davis.
No hay comentarios:
Publicar un comentario