domingo, 16 de enero de 2011

En un abrazo

Te pediré una mirada sincera para ver lo que hay en ti, más allá de lo que alguien ha visto. Tus ojos  dicen mentiras, lo sé; pero dicen más verdades que los de cualquier otra persona.

Te pediré aliento, que estando cerca de mí me des un respiro para sentir en esa brisa la vida que nos une. De tus labios, rojos y suaves, no pediré nada, de ellos robaré un roce y probaré el cielo de 10 segundos.

Si todavía te tengo, algunos minutos más de este presente, pediré que tus brazos se conviertan en los lazos de nuestros cuerpos y me amarren ahora que me cubre este deseo de ser tuya sin ser de ti, sólo en un abrazo.

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