martes, 22 de marzo de 2016

En esta esquina oscura de tu olvido es cuando cada sonrisa que te provoqué en su momento, regresa como murciélago; revoloteando, golpeando, chillando en mis oídos.  Me recuerdan cada traición que te hice, me miran con furia, recriminan.
En ésta misma oscuridad, empapada de soledad y nostalgia, recuerdo tus miradas frías,  tus ojos viéndola, deseándola,  ignorando. No fui sólo yo, pero yo comencé y, ahora, como bumerán regresa cada error, como látigo ardiente, sin piedad .
Grito, pero ¿si un árbol cae en el bosque y no hay quien lo escuche, hace sonido?
Esta soledad duplica el ardor, triplica la asfixia ¿Cómo saber si sigo existiendo?
Ya no me veo. Ya no me ves. 

No hay comentarios: