En esta esquina oscura de tu olvido es cuando cada sonrisa que te provoqué en su momento, regresa como murciélago; revoloteando, golpeando, chillando en mis oídos. Me recuerdan cada traición que te hice, me miran con furia, recriminan.
En ésta misma oscuridad, empapada de soledad y nostalgia, recuerdo tus miradas frías, tus ojos viéndola, deseándola, ignorando. No fui sólo yo, pero yo comencé y, ahora, como bumerán regresa cada error, como látigo ardiente, sin piedad .
Grito, pero ¿si un árbol cae en el bosque y no hay quien lo escuche, hace sonido?
Esta soledad duplica el ardor, triplica la asfixia ¿Cómo saber si sigo existiendo?
Ya no me veo. Ya no me ves.
En ésta misma oscuridad, empapada de soledad y nostalgia, recuerdo tus miradas frías, tus ojos viéndola, deseándola, ignorando. No fui sólo yo, pero yo comencé y, ahora, como bumerán regresa cada error, como látigo ardiente, sin piedad .
Grito, pero ¿si un árbol cae en el bosque y no hay quien lo escuche, hace sonido?
Esta soledad duplica el ardor, triplica la asfixia ¿Cómo saber si sigo existiendo?
Ya no me veo. Ya no me ves.
No hay comentarios:
Publicar un comentario