viernes, 11 de diciembre de 2009

Aceptando el adiós



Alguna vez creí que sentía lo mismo por ti. Me obligué a verte con otros ojos. Pero por más que me dictaba tus cualidades en forma de plana, no pude aprendérmelas como las tablas de multiplicar. Me es difícil entender cómo llegaste a este punto. Cómo es que permaneces en el. Cómo es que jamás aceptaste mi ayuda, aunque ahora que lo pienso, por tu bien no intenté dártela.





Alguna vez creí que tenías las respuestas para mis preguntas. Sin embargo, llegaste con más cuestionamientos propios y me hiciste formularme nuevas preguntas, reformularme las que ya tenía y preguntarme sobre lo que ya creía cierto. Y como llegaste, te fuiste. Con la compañía de tu sombra. Dejándome en la habitación más oscura de la casa, con un montón de fotos a medio quemar y una taza de café frio y amargo. Las cortinas bailan por la entrada de aire que permite el vidrio que rompiste aquella vez. Ahora sin ti me pregunto ¿fui alguien o lo seré? ¿Tú qué serás?






Imagen 1. No recuerdo la página, extraída de Internet hace un tiempo
Imagen 2. Autoretrato, espera en un seven.

1 comentario:

C.G. dijo...

son exquisitos tus relatos, la manera que redactas las emociones, se nota que lees mucho y escribes mucho, debes tener un sin numero de extractos en borrador que el mundo deberia conocer.... espero seguir leyendo de tu blog.

es un placer leerte.

saludos.