Quema la piel, el aire rehuye -o acaso olvidé cómo aspirarlo- pero ahí sigue, existiendo, esperando a apagar las llamas que consumen la piel. Siempre será el aliado, siempre el salvador, sólo es aprender a tomarlo.
jueves, 30 de enero de 2014
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1 comentario:
Heem, primero es decirte lo grandioso del sentimiento al leer estos párrafos, lo segundo es querer entablar contacto por simple admiración!
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