sábado, 1 de mayo de 2010

En la esencia

Una moda que surgió de la red social más difundida en el mundo facebook actualmente me hizo buscar en mis viejos álbumes entre las imágenes de mi infancia para añadirlas al perfil, mi cara al mundo.

Es extraño pensar en todo lo que ha cambiado (tanto en mí, como a mi alrededor), aunque cada 'cambio', por decirlo así, no es más que una respuesta lógica a factores causales que ocasionan estas nuevas formas de ver la vida, de actuar en ella y de adaptarla para nosotros. Bien lo dice la canción, soy rebelde porque el mundo me hizo así, ¿cierto?

Sí ahora me gusta más el rojo que el azul tal vez es porque lo vistió alguien importante en un momento importante; si prefiero los sabores dulces es por los anclajes que estos tienen; si prefiero la montaña al mar tal vez es que en el frío todo tiene más sentido. Cada preferencia es resultado de experiencias que me marcaron en un momento determinado.



Pero en esencia, somos los mismos. Soy la misma.

Lo he dicho, somos en realidad una estructura osea forrada de plastilina. Cada persona que nos encontramos en nuestro camino de vida va añadiendo un poco de su plastilina al contactarnos, de la misma forma como nosotros dejamos una parte de nosotros en su cuerpo. Por eso crecemos y adoptamos distintas posturas, gestos, palabras; porque el peso de algunos contactos tiene más relevancia que otros.



Y vamos aprehendiendo de la esencia de cada persona, de algunos más que otros; sin embargo, bajo todo lo que se nos ha añadido, seguimos siendo nosotros, esa pequeña escultura dispuesta a la lucha del día a día. Los cambios son meramente superficiales... ninguno rasca en lo profundo. Soy la misma niña con ojos abiertos, esperando por alguna sorpresa, con una sonrisa que no teme mostrarse y que al hablar intenta decir la verdad.


 Por ello agradezco permanecer con ciertas actitudes que cualquiera tacharía de infantiles, soy yo, sin bajar la frente. Sólo inflando el chicle esperando que truene. Todo truena.






Imagen 1. Chica fiesta. Desde pequeña se me veía lo happy. Tomada por mi madre.
Imagen 2. De coqueteadas. Tomada por mi madre.
Imagen 3. Sorpresa. Lo que me sobra de ojos lo tengo en esperanza. Tomada por mi madre.
Imagen 4. Chica chiclosa. En el tutelar así me dijo una secretaria. Autorretrato.

No hay comentarios: