sábado, 13 de noviembre de 2010

1 Jaro



Pétalos. Tus cuerpo se envuelve en ellos, tus labios igualan su color y tu piel es suave. Pierden la figura que formaban, hacemos que pierdan la figura que formaban. Se decoloran con el juego de la tarde.


Luz. Suave, opaca e intermitente, nos baña con delicadeza y forma un manojo de sombras alrededor, bailan en la pared, ágiles y calmadas.


Agua. Discurre por entre mis dedos, discurre entre tus piernas y no le damos espacio para entrometerse. Te adorna la piel, se agita a nuestro tiempo. Es tibia, cobija, nos envolvemos.


Vino. Las copas a medio llenar, contrastan con las sábanas que ya no cubren la cama. Hacen juego con los pétalos, combinan con tus labios. Las copas se vacían y se llenan. La botella se vacía, las sensaciones exacerbadas.


Sábanas. Cobran vida; cubren, se esconden, se extienden y se encogen. Terminan por ningún lugar. 


Guitarra. Quiere protagonizar, solo visita, solo ayuda a decirte de otra forma lo que no me canso de repetir. Se olvida, pues hay cosas más interesantes por hacer, regresa a su prisión de tela.


Sonido. Apagado... tal vez encendido, pero no le prestamos atención. Sonido el que te escucho, el que hago. Tu respiración, mis suspiros. Gemidos tal vez... ¿quién lo sabe? Si he de escuchar que sea sólo el palpitar de tu corazón, no más.


Piel. Tersa. Se acopla a mis labios, la recorro con la vista y le siguen mis manos. Sabe... a ti, no hay descripción factible, sabe a ti solamente y aseguro que es el mejor sabor que he probado. Me cubre y me excita ¿es atrevido decirlo? Es verdad.


Miradas. Esporádicas, coincidimos en el mismo punto y después se encuentran. Miramos y a veces vemos más allá, hacia dentro. Sí, cuando vemos dentro, por fuera todo es mejor.  Miradas que ya no miran y así logran ver todo.


Labios. Rojos, vivos. Los tuyos y los míos se conocen bien, se acoplan bien. Murmuran, sonríen. Cuando sonríes todo vale la pena. 


Tú, yo. Un cigarrillo en tus labios y otro en los míos. Humo, sólo humo en un momento donde todo se hizo ya, donde todo está a punto de hacerse. 


Tú, yo. Una combinación perfecta, una realidad exquisita. Un año de esta realidad ideal. 


Tú, yo. Solo tú y yo. Pensamientos varios que mandamos a descansar, cual tabula rasa al cerrar la puerta.


Tú, yo. No me canso de repetirlo. 



2 comentarios:

@mirniuts dijo...

no cabe duda q el amor inspira y se nota en lo q escribes, q padre q sigan así... y lo q les falta, les deseo lo mejor!! =) saludos!

ps¡k!s dijo...

Uhh, muchas gracias Mirna, síii, lo que falta =D

Un saludote, que bueno que ya retomaste la escritura, me gusta tu estilo =D