lunes, 5 de julio de 2010

Una noche

Quisiera darte una noche completa. Una noche de plenitud.

Donde las aves canten como si fuera día y el aroma húmedo de la lluvia de Guadalajara nos erice la piel sin más ni más. Que la música de fondo sean las gotas que caen del cielo para darle un brillo especial a la ciudad. En ella las paredes serán verdaderas cómplices de fantasías jamás realizadas; no así, no por ti o por mí... mudas vivirán lo que nuestras bocas no pueden callar.

No deseo más que abrazarte. Sentirte piel a piel, sentir tu calidez, como aquellas tardes que cada noche recuerdo, ¿las recordarás también?

Sé que vivo envuelta en ideas y contradicciones, pero si cualquiera de ellas sirviera para llenar de motivos algunas horas de tu historia, me sentiría completa por el resto de la mía.

Tenerte entre mis brazos, recostarme en tu pecho y sentir tu palpitar... sentir la fuerza de tu sangre que se acelera cuando me tienes cerca. No intentaré disimular que mi pulso vibra intensamente con cada beso.

Y perdona si mi obviedad no me permite guardar silencio, pero sabes que disimular no es una de mis cualidades.


Quisiera darte tan sólo una noche que sea el comienzo del resto de nuestra vida. 




Imagen. Agua-azul 1-7-10

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