Es inherente al ser humano elaborar y elaborar planes, formar toda una historia sobre el futuro consigo mismo como protagonista... pero ¿qué pasa cuando no se realizan estos?
El humano a través del tiempo ha elaborado miles de estrategias para contrarrestar este 'fracaso' (que es como se nos ha enseñado a ver, aunque sólo fracasa el que no intenta nada), como es el conformismo, resignarse a lo que ha pasado y deprimirse por ello; el uso del plan alterno, elaborar una nueva vía de acción con un grado menos de complicaciones; la depresión, pensar que todo ha terminado y después de éste fracaso no queda nada por que luchar; aferrarse, obsesionarse a tal grado de seguir por una ruta que ha topado con una barrera impenetrable (que en realidad sólo es una ilusión mental la que nos hace creer en esa barrera).. entre otras que me sería imposible enumerar por cuestiones externas (tiempo, energía, disposición).
Si estas vías parecen maximizar el problema en lugar de darle solución, ¿por qué no intentar con algo nuevo? Las oportunidades están ahí, esperando pacientes por ser usadas, se presentan ante nosotros a veces sutilmente y otras tantas a punto de darnos una bofetada para recordarnos que debemos movernos y sujetarlas. Tenemos un papel activo, somos actores y directores de nuestra propia vida, creer en la existencia del destino no es pensar en que el futuro está escrito, es pensar que el ambiente complementa nuestras acciones para ir escribiendo nuestra propia vida: no existe una causalidad para lo que nos pasa, sino que es una diversidad de premisas las que nos han traído hasta este punto y las que iremos formando para llegar a otros puntos.
Si un plan no resulta, manteniendo el dedo en el renglón se buscan otros caminos, se aprende de lo que salió mal para evitar caer de nuevo en ello, se prueba y se prueban formas de actuar siempre estando conscientes que pueden salir mal y no por ello se ha fracasado. Somos seres de ensayo y error. Seres contextuales que debemos ser conscientes que no podemos poseer todo ni materialmente ni en capacidades, peerooo que podemos aprender a aprovechar lo que nos da la vida, usar lo que está fuera de nosotros y aunque no lleguemos a ser perfectos recordar que siempre seremos perfectibles, y en sí es la búsqueda lo que mueve al humano, no el hallazgo.
El libre fluir del Destino es eso, nuestro papel tanto activo como pasivo en nuestra historia; la combinación de miles de historias y la influencia de éstas en las siguientes. Es aprehender la vida como nos viene y actuar acorde a ella y acorde también a nosotros. Recordando siempre que el equilibrio se encuentra en el movimiento.
El humano a través del tiempo ha elaborado miles de estrategias para contrarrestar este 'fracaso' (que es como se nos ha enseñado a ver, aunque sólo fracasa el que no intenta nada), como es el conformismo, resignarse a lo que ha pasado y deprimirse por ello; el uso del plan alterno, elaborar una nueva vía de acción con un grado menos de complicaciones; la depresión, pensar que todo ha terminado y después de éste fracaso no queda nada por que luchar; aferrarse, obsesionarse a tal grado de seguir por una ruta que ha topado con una barrera impenetrable (que en realidad sólo es una ilusión mental la que nos hace creer en esa barrera).. entre otras que me sería imposible enumerar por cuestiones externas (tiempo, energía, disposición).
Si estas vías parecen maximizar el problema en lugar de darle solución, ¿por qué no intentar con algo nuevo? Las oportunidades están ahí, esperando pacientes por ser usadas, se presentan ante nosotros a veces sutilmente y otras tantas a punto de darnos una bofetada para recordarnos que debemos movernos y sujetarlas. Tenemos un papel activo, somos actores y directores de nuestra propia vida, creer en la existencia del destino no es pensar en que el futuro está escrito, es pensar que el ambiente complementa nuestras acciones para ir escribiendo nuestra propia vida: no existe una causalidad para lo que nos pasa, sino que es una diversidad de premisas las que nos han traído hasta este punto y las que iremos formando para llegar a otros puntos.
Si un plan no resulta, manteniendo el dedo en el renglón se buscan otros caminos, se aprende de lo que salió mal para evitar caer de nuevo en ello, se prueba y se prueban formas de actuar siempre estando conscientes que pueden salir mal y no por ello se ha fracasado. Somos seres de ensayo y error. Seres contextuales que debemos ser conscientes que no podemos poseer todo ni materialmente ni en capacidades, peerooo que podemos aprender a aprovechar lo que nos da la vida, usar lo que está fuera de nosotros y aunque no lleguemos a ser perfectos recordar que siempre seremos perfectibles, y en sí es la búsqueda lo que mueve al humano, no el hallazgo.
El libre fluir del Destino es eso, nuestro papel tanto activo como pasivo en nuestra historia; la combinación de miles de historias y la influencia de éstas en las siguientes. Es aprehender la vida como nos viene y actuar acorde a ella y acorde también a nosotros. Recordando siempre que el equilibrio se encuentra en el movimiento.
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