domingo, 4 de octubre de 2009

De lo Improbable a Aquél

Hoy me he despertado con esa sensación extraña en el esófago. El lenguaje coloquial le llama -vacío en el pecho-.

No es que esté preocupada... o talvez sí... pero al mismo tiempo es ¿cómo describirlo? Incertidumbre, emoción, un incremento notable al ego...

Cuando se acepta que una idea ha sido descartada del todo porque -no hay por dónde- y el día menos pensado, cuando menos se planeó un acercamiento, ocurre lo inesperado... que tantas veces se imaginó años antes.

¿Y qué pasa? En el momento ni siquiera se recrea toda esta historia previa, no queda más que vivir ese instante, ese lugar, esa relación intrapersonal... es lo que se necesita tal vez.

Y el ego por los cielos, la incertidumbre del qué pasará va tomando lugar, pero al final no importa tanto... que pasé lo que tenga que pasar; lo bailado ni quien lo quite, lo besado no hay quién lo borre... y lo arañado, bueno, para eso sí se recomienda un ungüento.

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Y en verdad que no necesito darle una explicación racional, talvez tu actitud crítica y curiosa lleva las preguntas a tu boca, pero tampoco necesitas escuchar las respuestas...




Hoy tengo esa sensación rara de que todo está bien, aunque aún hay algo pendiente... no puedo dejarlo de lado, pero quién me vea sonriéndole al presente que no se sorprenda. Realmente no creo que seas tú, si no aquél asunto pendiente que dejé tanto y de repente se hizo asequible.